NUESTRA SEÑORA DE MONTIEL - BENAGUACIL

Se están celebrando las extensísimas fiestas de Benaguasil en honor de la Virgen María, Nuestra Señora de Montiel. Comenzaron hace casi dos semanas con actividades cívicas y populares por las calles de la población, siguiendo las costumbres ancestrales del pueblo; de esta manera entraron en calor para festejar el día 7, 8 y 9 de septiembre a la Virgen de Montiel, patrona de Benaguasil. Ahora con rezos, triduos y novenas hasta el final de mes en que devolverán profesionalmente la imagen de la Virgen María a su ermita, en el cerro que da sombra a la población, punto de referencia para todo viajero que haya determinado como meta la población de Benaguasil.
Cuenta la tradición de Benaguacil que la venerada y gloriosa imagen de Nuestra Señora de Montiel fue hallada por un pastor, cerca de la villa de Benaguasil, en el monte llamado Montiel, lugar en donde hoy se venera. Esta tradición pasa de padres a hijos con la certeza de las convicciones que tienen los pueblos para vivir su fe que es donde se apoya su existencia.
En el día de Santa Bárbara, 4 de diciembre de 1620, un pastor, natural del Reino de Aragón, apacentaba el ganado por el monte Montiel, y advirtió de que la concavidad de una peña salían ciertos resplandores que le llamaron la atención, cual Moisés en el Sinaí. Admirado de esta extraordinaria maravilla y novedad, se afirmó de aquello que sus ojos veían y que no se trataba de una fantasía, se determinó por bajar a la población y notificó lo que había visto a Mosén Gaspar Carbonell, rector por entonces de la Iglesia parroquial de Benaguasil. Inmediatamente, sin perder más tiempo, el párroco, acompañado por el pastor, subió al monte, al lugar indicado por el pastor. Cual fue su sorpresa al entrar en la concavidad de aquella roca que encontraron una pequeña capilla y dentro de ella se encontraba la imagen de Nuestra Señora de Montiel. No se tiene noticia de hechos posteriores, si el cura se la llevó a casa o la colocó en la iglesia parroquial. Pero el pueblo, dando buen recaudo de la misericordia divina que les hizo tan grande dádiva, ha dedicado una ermita en el lugar del hallazgo, allí se venera y anualmente le celebran las fiestas patronales.
La imagen de la Virgen tiene la altura de un palmo, 13 centímetros, es de mármol blanco y está perfectamente labrada. Sobre su cabeza tiene una corona y en el brazo derecho tiene el Niño Jesús, su divino Hijo, en la mano izquierda luce un rosario. Todo está esculpido en la misma piedra con gran perfección; la peana proporcionada a la imagen es de la misma piedra.







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